El Tarot es mucho más que un conjunto de cartas: es un lenguaje arquetípico, una herramienta simbólica que actúa como espejo del alma y puente entre el consciente y el inconsciente. A través de sus imágenes y arquetipos, el Tarot permite iluminar aspectos ocultos de la psique, revelar tensiones internas, y abrir posibilidades de comprensión profunda sobre los ciclos que se están atravesando.

A lo largo de siglos, el Tarot ha sido asociado a la adivinación, pero su verdadera riqueza está en su capacidad de revelar procesos internos más que predecir acontecimientos externos. Cada tirada es un mapa simbólico del momento presente, una fotografía energética de la persona, sus decisiones, miedos, anhelos y oportunidades de evolución.

El enfoque que propone La Maga Sabia se aleja de los clichés del “futuro predicho” y se orienta hacia un Tarot terapéutico, espiritual y reflexivo. En sus sesiones, el Tarot se convierte en un espacio de conversación entre el alma y la consciencia, donde cada carta funciona como un mensajero que trae una verdad que ya habita dentro del consultante, pero necesita ser vista.

Utilizando el Tarot como catalizador, es posible acceder a una comprensión más clara de los desafíos que se están enfrentando, ver las posibles consecuencias de una decisión, o simplemente recibir guía en momentos de confusión o cambio. Lejos de imponer una respuesta, el Tarot bien interpretado abre caminos.

El poder del Tarot no reside en las cartas, sino en la conexión entre quien consulta y su interior, y en la sensibilidad del lector para traducir esos símbolos en un mensaje comprensible y útil. En manos de alguien comprometido con la conciencia, el Tarot deja de ser oráculo para convertirse en herramienta de sanación y despertar.

No se trata de saber qué pasará, sino de entender quién está mirando el camino y desde qué lugar lo está viviendo. Y a veces, vernos reflejados en una carta es el primer paso para reconocernos.